Se dice que... Existe una cafetería que se ha convertido en punto de reunión de varias generaciones. Y es que este lugar, como un homenaje a la gente del barrio de Argüelles, fiel a su cafetería de toda la vida, ha sabido mantener intactos su decoración y su espíritu original desde que se abrió en el año 1962. El aroma de café, el chocolate con churros y la simpatía de nuestro equipo, sigue siendo el marco de los desayunos relajados por las mañanas. También se ha convertido en un hábito ir a comer sus hamburguesas gourmet; y acto seguido, tomar unos sofisticados gintonics (hay más de sesenta en la carta).
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